Acuerdos Climáticos

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Los Acuerdos Climáticos son una de las principales herramientas con los que cuenta la Misión Europea de Ciudades para alcanzar la neutralidad climática en el seno de las ciudades.

¿Qué son los Acuerdos Climáticos?

Los Acuerdos Climáticos (Climate City Contracts, en su acepción en inglés) son acuerdos voluntarios entre las ciudades y la Comisión Europea que se basan en el principio de colaboración y compromiso mutuo para abordar los desafíos del cambio climático a nivel local. A través de estos contratos, las ciudades se comprometen a implementar medidas concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar la neutralidad climática. 

Los Acuerdos Climáticos funcionan de la siguiente manera: las ciudades participantes se comprometen a establecer objetivos ambiciosos de reducción de emisiones y a implementar acciones específicas para alcanzarlos. Estas acciones pueden incluir la mejora de la eficiencia energética de los edificios, la promoción de la movilidad sostenible, el fomento de las energías renovables y la adopción de prácticas de planificación urbana sostenible. 

A cambio de su compromiso, las ciudades reciben apoyo técnico, financiero y político de la Comisión Europea y otros socios involucrados en la Misión Europea de Ciudades. Esto puede incluir financiamiento para proyectos, asistencia en el desarrollo de estrategias de descarbonización, intercambio de mejores prácticas y acceso a redes de colaboración.

¿Qué buscan los Acuerdos Climáticos?

Los Acuerdos Climáticos no solo se centran en la reducción de emisiones, sino también en la creación de ciudades más habitables, inclusivas y resilientes. Se busca promover un desarrollo urbano sostenible que mejore la calidad de vida de los ciudadanos y haga frente a los desafíos del cambio climático.

¿Cómo están constituidos los Acuerdos Climáticos?

Los Acuerdos climáticos son un proceso y un documento con tres componentes interrelacionados: Compromisos, Acciones e Inversiones.

  • Los Compromisos recogen los resultados de un proceso de co-creación con las partes interesadas locales, regionales y nacionales para establecer nuevas formas de trabajar juntos para lograr la neutralidad climática más rápidamente. Incluye una ambición compartida para 2030 y una estrategia para alcanzarla, así como el compromiso o compromisos específicos de acción de las partes interesadas en el acuerdo. 
  • El Plan de Acción climática al 2030 identifica los puntos fuertes y las lagunas de las estrategias, políticas y planes existentes, y utiliza todas las palancas de cambio para crear una cartera coordinada de intervenciones para alcanzar la ambición de 2030.
  • El Plan de Inversión climática al 2030 moviliza y organiza estratégicamente los recursos públicos y aborda cómo atraer capital privado para financiar las vías de las ciudades hacia la neutralidad climática.

El Acuerdo climático es un documento vivo y debe revisarse periódicamente para añadir nuevas partes interesadas, compromisos concretos, acciones y/o inversiones, y para reflexionar sobre lo que funciona y lo que no. El Acuerdo Climático de las ciudades Misión se somete a la validación de la Comisión Europea para recibir la “Etiqueta de la Misión”, una certificación de garantía de calidad que se prevé que desbloquee sinergias con otros programas de financiación de la UE y otros recursos de financiación.

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El modelo económico para la descarbonización

El modelo económico para la descarbonización de las ciudades es una herramienta que ayuda a las ciudades a evaluar los costes y beneficios de las acciones de descarbonización y proporciona información valiosa para tomar decisiones informadas y desarrollar estrategias efectivas y rentables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las ciudades españolas. Esta herramienta es la base metodológica de los Acuerdos Climáticos.  

El modelo económico para la descarbonización de las ciudades es una herramienta utilizada para evaluar los costes y beneficios de los proyectos de descarbonización previstos en las ciudades. El objetivo es ayudar a las ciudades a tomar decisiones informadas sobre cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de manera eficiente y rentable.

¿Cuál es el proceso del modelo económico?

El modelo comienza recopilando datos sobre la situación actual de la ciudad, como las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de energía y los sistemas de transporte existentes. Luego, se definen diferentes acciones de descarbonización que podrían implementarse, como la mejora de la eficiencia energética de los edificios, la promoción del transporte público o la transición a fuentes de energía renovable.

El modelo examina cómo afectaría a indicadores clave, como las emisiones de gases de efecto invernadero, los costes operativos, los ahorros energéticos y los beneficios económicos y sociales.

Utilizando datos de los inventarios de emisiones de cada ciudad y supuestos específicos asociados a la hoja de ruta para la descarbonización de cada ciudad, el modelo estima los costes asociados a cada acción de descarbonización, teniendo en cuenta factores como la inversión inicial, los costes de operación y mantenimiento, y los posibles ahorros de energía. También considera los beneficios, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, los ahorros económicos derivados de una mayor eficiencia y los beneficios para la salud y el bienestar de los ciudadanos.

El modelo realiza cálculos y análisis para comparar las diferentes acciones de descarbonización y determinar cuáles ofrecen el mejor retorno de la inversión y los mayores beneficios en función de los costos incurridos. Esto ayuda a las ciudades a identificar las acciones más rentables y eficaces para lograr sus objetivos de descarbonización.

Además, el modelo puede realizar análisis de sensibilidad y explorar diferentes escenarios para comprender mejor las implicaciones de las estrategias de descarbonización a largo plazo. Esto permite a las ciudades tomar decisiones más informadas y estratégicas sobre cómo asignar sus recursos y diseñar su hoja de ruta para la descarbonización.